viernes, 26 de febrero de 2016

Smoothie tropical

Terminamos la semana con este smoothie super saludable, fresco y bien veraniego. Te aportará toda la energía necesaria para comenzar el Viernes con todo! :)


 
Ingredientes:
 
2 ciruelas
2 kiwis
2 maracuyá
1 yogur de vainilla de 120 gr (se puede reemplazar por helado de vainilla)
Medio vaso de jugo de piña natural
Endulzante: a gusto
Hielo: a gusto
 
Lava y corta la fruta en trozos. Hecha todo a la licuadora.
 
 
 Agrega el yogur, el hielo, el endulzante y licúa.

 
¡Que lo disfrutes!
 
 
 
 
 

martes, 23 de febrero de 2016

Torta invertida súper fácil de manzana y banana



Ingredientes (molde de 20 cm):
1 y 1/2 taza de azúcar
1 taza de harina leudante
4 cucharadas de agua
1 cucharadita de esencia de vainilla
1 manzana
1 banana
1 pizca de sal
4 huevos

Empezamos haciendo un caramelo bastante líquido con 1/2 taza de azúcar y un poco de agua (en este caso usamos azúcar integral mascabo). Colocamos el caramelo en el fondo del molde y cubrimos con las frutas cortadas en finas rodajas (sin piel). Podemos usar la fruta de estación que más nos guste, con 2 piezas lograremos cubrir la base. Podría ser durazno, damasco, pera, piña, etc.


Batimos aparte el resto del azúcar con los huevos. Añadimos el agua y la esencia de vainilla, y luego la harina y la sal y mezclamos. Cubrimos la fruta y llevamos a horno (180°) por unos 35 minutos.



Desmoldamos con suavidad una vez frío.


¡A disfrutar! Una torta súper sencilla, rica y esponjosa, en apenas minutos.


lunes, 22 de febrero de 2016

Chicken fingers rebozados con cereales + dip de palta y yogur

Hoy les traemos un plato muy rico y original. Lo pueden servir si tienen amigos invitados a cenar y quedarán como los dioses.




Vamos a la receta:

Ingredientes:

300 gr de pollo deshuesado
1 taza y media de copos de maíz tipo Corn Flakes (sin azúcar)
3 cucharadas de pan rallado
2 huevos
sal, pimienta, orégano y tomillo.
Para el dip:
2 paltas
jugo de 1/2 limón
1 yogur griego natural
aceite de oliva c/n


Preparación:
Cortamos el pollo en tiritas. Salpimentamos. Agregamos tomillo y orégano a gusto. Reservamos.



En una bolsa tipo Ziploc ponemos los copos y los machacamos un poco (no mucho. No tienen que quedar hechos polvo, solo en pequeños pedacitos). 



Añadimos el pan rallado. Reservamos.
Batimos los huevos. Si les gusta pueden agregarle algunas semillas de sésamo.



Pasamos el pollo por el huevo y luego por la mezcla de pan y copos.

En una sartén calentamos un poco de aceite de maíz u oliva. Freímos las tiras de pollo hasta dorar bien.



Escurrimos en papel de cocina mientras preparamos este original y saludable dip para acompañar:
Hacemos un puré con la palta, le agregamos el limón y el yogur natural. Mezclamos bien y salpimentamos a gusto.





¡Servimos...



 ...y Bon apetit!


viernes, 19 de febrero de 2016

Pollo a la cacerola con champignones y hongos morilla



Los hongos morilla (también llamados colmenilla o morchella) crecen en la Patagonia andina y poseen un sabor suave y delicado, ideal para saborizar salsas y estofados. Se consumen sólo disecados, dado que crudos son tóxicos.

En esta ocasión fueron el ingrediente protagonista de nuestro plato: una forma diferente de preparar el pollo a la cacerola. ¿Se animan? Las morillas disecadas se pueden conseguir en muchos comercios barriales, en forma online y en el Barrio Chino de Buenos Aires.

Ingredientes (4 porciones): 4 cuartos de pollo, una cucharada de manteca, medio litro de vino blanco seco, medio litro de caldo de verduras, 50 g. de morillas secas hidratadas en té negro, 200 g. de champignones frescos, 1 cebolla grande, 2 papas grandes peladas, sal y pimienta.

Opcional: 20 g. de morillas en polvo y un chorrito de crema de leche.

Tiempo total de cocción aproximado: 1 hora y media.

Con unas 12 horas de anticipación debemos hidratar las morillas en té negro (preferentemente un buen té en hebras) y reservarlas. Comenzamos nuestro plato salteando en manteca la cebolla picada hasta que tome un buen tono dorado.


A continuación sellamos el pollo (sin piel ni grasa) de ambos lados.


Añadimos las morillas hidratadas (incluido el té).


Y enseguida volcamos los líquidos de cocción: el vino blanco seco (no dulce) y el caldo. Salpimentamos, tapamos y dejamos cocinar durante 1 hora. Si vamos a usar también morillas en polvo, lo incluimos en este paso.


Pasado este tiempo sumamos los champignones en láminas.


Y las papas en cubos.


Dejamos cocinar hasta que la papa esté tierna, unos 10 minutos. A último momento podemos agregar un chorrito de crema de leche. Y, por último... ¡A comer!

miércoles, 17 de febrero de 2016

Budín marmolado de coco y chocolate. ¡Irresistible!


Combinación irresistible si las hay... ¡el coco y el chocolate nacieron para estar juntos! Este budín cosecha aplausos a donde vaya. Animate a probarlo.

Ingredientes: 1 taza de azúcar + 100 g. de manteca + 2 huevos + 3/4 taza de leche + 1 taza y media de harina leudante + 1 pizca de sal + 2 cucharaditas de esencia de vainilla + 3 barritas de chocolate amargo derretido + 1 taza de coco rallado.

Vamos a comenzar haciendo la base. Batimos la manteca con el azúcar. Añadimos la esencia, la sal, la harina, 1/4 taza de leche y los huevos y mezclamos bien. Recuerden que podemos perfectamente usar azúcar integral mascabo, harina integral con polvo de hornear y leche vegetal para hacer la receta más sana.


Separamos la preparación en dos mitades y a una de estas partes le incorporamos el chocolate derretido.


Por otro lado, mixeamos con licuadora o minipimer el coco rallado junto a 1/2 taza de leche y mezclamos con el resto de la masa base. Podemos usar coco que haya sobrado de alguna otra preparación, por ejemplo si hicimos leche de coco.


Colocamos ambas masas, en forma intercalada o como más nos guste, en molde de budín enmantecado y enharinado y llevamos a horno bajo (previamente precalentado) durante unos 50 minutos o hasta que introduciendo un palillo salga seco.




¡Delicioso! ¿Te gusta el coco? No dejes de probarlo.



lunes, 15 de febrero de 2016

Helado de cebollas caramelizadas sobre queso de cabra

Mi amiga Poly lo probó en Italia y me mandó un mensaje con una foto que decía ¨Juli: para el blog¨. Mi primera reacción fue: ¨¿helado de cebollas? No, qué asco¨. Por suerte abrí mi mente, investigué un poco y me di cuenta lo equivocada que estaba. Ahora trato de convencer a otros amigos que me dan la misma respuesta, jajaja. Abran su mente  y estómago a esta deliciosa entrada, ideal para los días de verano.


 
Ingredientes (rinde 6 porciones):
2 cebollas (yo usé moradas pero pueden usar blancas y de ahí saldrá el color final del plato)
1 cucharada de aceite
1 pizca de sal.
5 cucharadas de azúcar (en este usé rubia pero pueden usar blanca y de ahí saldrá el color final del plato)
Un chorrito de vinagre de módena o aceto balsámico.
180 ml de crema de leche
1 yogur griego natural

queso de cabra c/n


 

Primer paso:
Realizamos la cebolla caramelizada:
Picamos las cebollas bien chiquita. Llevamos las cebollas a una sartén con un poco de aceite.



Una vez se esté volviendo blanda y transparente, se agrega el azúcar, y esperamos a que se vaya disolviendo y comience a caramelizar.


Cuando el azúcar se funde y se mezcla con la cebolla, añadimos el vinagre y ponemos a fuego lento a reducir. El vinagre irá evaporándose y se formará una reducción con un sabor dulzón.

 
 
Cuando todo el vinagre se haya evaporado , entonces verás que la cebolla ha adoptado una textura más crujiente y es ahí cuando podremos continuar con el siguiente paso.

Segundo paso:
En una licuadora o procesadora mezclamos la cebolla caramelizada junto a 2 cucharadas de azúcar, la crema de leche y el yogur.



Llevamos a la heladera por media hora y luego llevamos al congelador por varias horas.
Servimos con una cuchara de helado sobre una tajada de queso de cabra. ¡Voilá!




Yapa: Si les sobró de la preparación prueben de colocar en una tostada de pan de campo un poco de puré o pulpa de tomate y otro poco del helado de cebollas. Obtienen una bruchetta simple y muy rica ;)

domingo, 14 de febrero de 2016

Flan casero de leche de avena... ¡Muy fácil!


Si nunca hiciste flan quizás te parezca difícil pero la verdad es que con algunos trucos y pocos ingredientes podés hacer un postre casero riquísimo, sano y muy rendidor. En esta ocasión en lugar de leche de vaca usamos leche vegetal de avena. La receta acá. Ideal para quienes buscan reducir el consumo de lácteos.

Ingredientes (molde pequeño de 15 cm): 5 huevos de campo, 400 cc de leche de avena, 150 g de azúcar integral, 1 cucharadita de esencia natural de vainilla.

Aclaración: Para flanera grande utilizar 50% más de ingredientes.

Primero necesitamos calentar el horno y hacer el caramelo. Si no te atrevés a hacerlo podés comprar el caramelo líquido listo, aunque -por supuesto- no es natural.

Para hacer el caramelo necesitamos cualquier recipiente antiadherente, 50 g de azúcar y un poquito de agua. Unimos los ingredientes, los llevamos a fuego medio y dejamos burbujear sin revolver hasta que se torne color caramelo (en ese instante apagamos el fuego de inmediato). Hay que tener cuidado porque esto pasa de un momento a otro y si no estamos atentos se quema muy rápido. En este caso usamos azúcar integral mascabo, que hace que todo el proceso sea más fácil (¡y además es mucho más sana!).

Cuando el caramelo aun está líquido cubrimos el molde y dejamos enfriar.


Mientras tanto batimos los huevos unos minutos (hasta duplicar el tamaño), añadimos 100 g de azúcar, la leche y la cucharadita de esencia (podríamos reemplazar por el contenido de media chaucha de vainilla natural).


Cuando todo está bien integrado vertemos en el molde con caramelo y llevamos a horno bajo (previamente precalentado) a baño María. Esto quiere decir, colocar la flanera dentro de otro molde apto horno lleno de agua.


Cocinamos por espacio de 1 hora aprox. (varía mucho de acuerdo al horno, si no estuvo correctamente precalentado podría demorar más). Para saber si está listo podemos introducir un palillo y ver que salga seco.


Una vez listo sacamos del horno y dejamos enfriar, para luego introducir en heladera / refrigerador y esperar a que esté completamente frío. No desmoldamos hasta no esté bien frío. Para desmoldar nos ayudamos cortando los bordes con un cuchillo filoso.


¡Listo! Súper sano e ideal para toda la familia.